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El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, anticipó que la petrolera estatal YPF firmará un acuerdo para vender un tercio del gas que se producirá en Vaca Muerta, el megayacimiento que comparten las provincias de La Pampa, Neuquén, Río Negro y Mendoza. Francos señaló que YPF suscribirá el convenio con una de las compañías más grandes del mundo por USD 140.000 millones.

El contrato tendrá una duración de veinte años. Así el Gobierno asegura la colocación de la tercera parte del gas que se calcula producirá Vaca Muerta durante las próximas dos décadas. Además, Francos afirmó que parte de ese dinero que ingresará a la arcas de la petrolera estatal servirá para financiar la planta del megaproyecto de gas natural licuado en Río Negro.

Horacio Marín, presidente y CEO de YPF, busca que los proyectos de gas natural licuado sea su gran legado en la compañía. Un legado que se vio comprometido por las dudas de la petrolera malaya Petronas, socia original, de no participar en el proyecto.

Este nuevo acuerdo traerá certeza y tranquilidad a los mercados que siguieron con atención todas las idas y venidas entre YPF y Petronas. Inspección en Sierra Grande En tanto, inspectores de la Secretaría de Ambiente y Cambio Climático de Río Negro realizaron una inspección programada en las inmediaciones de Sierra Grande, donde se desarrollará la segunda etapa del proyecto del oleoducto Vaca Muerta Sur, que forma parte de los controles necesarios para garantizar el cumplimiento de las normativas ambientales. La actividad tiene como objetivo efectuar un monitoreo de los suelos y de la infraestructura futura de la Terminal de Carga en Punta Colorada.

“Los inspectores fueron a presenciar el inicio de la segunda campaña de muestreos de suelos, calicatas y ensayos sísmicos en la futura terminal y en el predio donde se ubicarán las válvulas, cerca de la costa”, detallaron fuentes de la petrolera estatal. Este despliegue de control reafirma el compromiso del Estado tanto en la evaluación como en la fiscalización de grandes proyectos energéticos, priorizando la salud pública y la protección del ambiente.

El proyecto del oleoducto Vaca Muerta Sur incluye la construcción de una terminal de recepción, almacenamiento y exportación de crudo, que será distribuido a través de un sistema de oleoductos que conectará con una red de monoboyas para su exportación mediante buques tanqueros.

La obra del ducto tiene dos etapas. La primera, que está en ejecución, tiene 128 kilómetros y se extiende desde el área neuquina Loma Campaña hasta Allen; mientras que la segunda etapa incluirá la conexión hacia Sierra Grande, con un tramo de 437 kilómetros. Una vez completado, permitirá exportar 135 millones de barriles de petróleo por año, posicionando a Argentina como uno de los principales exportadores de crudo de la región. Se trata de un convenio de USD 140.000 millones con una de las compañías más grandes del mundo.

BAE