Política 17.10.24
MARCELO MINDLIN, PRINCIPAL ACCIONISTA DE PAMPA ENERGÍA OPINÓ SOBRE LAS POLÍTICAS DE JAVIER MILEI
Transportadora de Gas del Sur (TGS) cumplirá este 17 de noviembre los 30 años de cotización en la New York Stock Exchange (NYSE, la Bolsa de Nueva York) y sus accionistas lo celebraron con la mirada puesta en las posibilidades de inversiones que se abren gracias al gas de Vaca Muerta.
El empresario Marcelo Mindlin es el principal accionista de Pampa Energía -que compró TGS en 2011 y comparte el control con la familia Sielecki- participó de un encuentro con periodistas, en el que estuvo Clarín, y se ilusionó con el rumbo del Gobierno y el potencial de los recursos del país.
-De los 30 años de la concesión de TGS, se respetó el marco regulatorio del gas en menos de la mitad. ¿Qué es lo que esperan para los próximos 20 años de la empresa?
-Depende mucho de la Argentina. Hace pocos días les dieron el premio Nobel a tres economistas cuyo libro principal habla sobre la relación entre las instituciones y la prosperidad y el crecimiento de las naciones. Ojalá el país logre esa fuerza en las instituciones para crecer y salir de estos índices horrorosos de pobreza. Un marco regulatorio y el respeto de esos contratos hacen a las instituciones.
-¿Considera que el gobierno de Javier Milei está respetando los contratos?
-Sí, los está respetando. Nosotros no estuvimos de acuerdo con la solución que se propuso en los primeros meses para pagar la energía. Pero el Gobierno se comprometió en ese momento a que más allá de esos dos meses, después iba a cumplir con los plazos. Y hay que reconocer que desde entonces han cumplido como nunca se ha hecho con los pagos.
-Esta semana volvió a haber un cambio en relación a los marcos regulatorios, ya que el Gobierno suspendió una audiencia pública para revisar las tarifas de transporte de electricidad, donde el holding Pampa Energía tiene a Transener. ¿Es una nueva ruptura de contratos?
-Es un delay. Los contratos tienen ciertos tiempos, normas, cláusulas. En la medida en que se respeten en su gran mayoría, la empresa sigue funcionando e invirtiendo. Pero hace a las instituciones. Entiendo que hay un dilema muy grande entre reducir rápidamente la inflación y mantener las audiencias públicas que podrían llegar a arrojar aumentos tarifarios.
-¿Usted se bancaría moderar ajustes de tarifas a cambio de un descenso más profundo de la inflación, aportar un granito de arena y sacrificar un poco de tarifa?
-Si esto es un tema temporal y razonable, ¿por qué no? Siempre que no sea durante 900 años. Cada empresa es diferente, yo hablo por Transener y TGS. Podríamos bancar durante un período razonable que no haya aumento de tarifas si eso hace dentrode un plan más general- que baje más rápido la inflación.
-¿El Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) alcanza para destrabar todo el potencial de inversión del país?
-El RIGI alcanza sobre todo para las empresas locales, que estamos encarando inversiones muy grandes de infraestructura, por ejemplo, o de minería. No sé si es suficiente para las grandes empresas multinacionales en la medida que siga el cepo.
-¿Qué inversiones estudian?
-Participamos en tres proyectos en los cuales el RIGI es muy importante: La iniciativa privada que presentó TGS para invertir 700 millones de dólares y aumentar la capacidad de transporte del gasoducto Néstor Kirchner; el Oleoducto Vaca Muerta Sur, que lidera YPF, para sumar capacidad de transporte de crudo; una planta de procesamiento de líquidos, también de TGS. También estamos empezando a analizar una planta de urea, que es otra forma de agregar valor al gas y exportarlo.
-¿Están un poco más acostumbrados a trabajar con control de capitales? Caputo y Milei ahora dicen que se puede crecer con cepo.
-Son cosas distintas. Obviamente, se puede crecer con cepo. Pero es mejor no tenerlo. Hasta que no se logre, las inversiones extranjeras van a ser más reducidas.
-¿Cuáles son las preguntas que le hacen los inversores extranjeros sobre el país?
-La sostenibilidad de esta política fiscal y monetaria de Milei, novedosa para el país.
-¿Cuál es su respuesta?
-Somos optimistas de que el país, más allá de las dificultades, entendió que no se puede seguir con una situación fiscal tan desordenada, porque finalmente lo paga la gente con inflación.
-En estos 10 meses de gobierno, ¿qué es lo que más le preocupa de la economía?
-Uno tiene que bajar la ansiedad y pensar que si el país viene de tantas décadas de alta inflación y de déficit fiscal, buscar resultados al año o al año y medio no es realista. Creo que hay que darle tiempo a este gobierno para que desarrolle su plan económico.
-¿Cuál es el logro que ve en el sector energético?
-Estamos reemplazando con producción local todo el gas importado por unos 4.000 millones de dólares todos los años. Ya no se importa más gas de Bolivia, después de 20 años en los que estuvimos pagando 12 o 14 dólares por millón de BTU.
-Desde su primer día en el sector energético en 2003 hasta ahora, ¿cuándo fue más optimista sobre el rumbo del país y sus negocios?
-Ahora es el momento de mayor optimismo de los últimos años, porque veo que Vaca Muerta es un boom que ya se está sucediendo. Nosotros somos fanáticos del equilibrio fiscal. Sabemos que cualquier plan económico que diga en la Argentina que va a tener déficit fiscal va a ser un desastre.
Clarín