Mercados 08.08.24
Crece la incertidumbre de los inversores en Argentina
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La suba del riesgo país en los últimos meses y las turbulencias en los mercados abrieron un escenario de mayor incertidumbre para la Argentina. Si bien en los últimos días los activos argentinos se recuperaron, en Wall Street hay inversores que observan un escenario más adverso, marcado por la debilidad de los bonos argentinos y una mayor dificultad para conseguir US$ 3.000 millones a través de un préstamo REPO.
“No me da la sensación de que sea fácil aprobar el riesgo argentino, todo depende de cuánto ofrezcan como activos en garantía. No va a ser un buen negocio para Argentina si sale, pero lo van a vender como un acto mágico. Dudo que paguen una tasa menor al 10% igual”, señalaron desde un fondo de inversión en Nueva York. “No lo veo imposible, pero quizás sea más difícil conseguir cantidad”, deslizaron en otro fondo.
El Gobierno estaría en conversaciones con Banco Santander sobre un posible préstamo de US$ 1.000 millones, según informó Bloomberg. La estructura que se negociaría contempla una tasa de interés variable de 550 puntos básicos sobre la tasa SOFR de la Reserva Federal sobre un préstamo con vencimiento en 2027, una comisión de compromiso del 2% y un plazo de 6 meses en el cual se podría disponer de la línea.
Caputo viene negociando un préstamo `puente` de al menos US$ 3.000 millones desde diciembre con bancos internacionales y fondos de riesgo. En marzo, hubo una seguidilla de reuniones con inversores extranjeros, sin mayores resultados. Y en las últimas semanas el Gobierno lo volvió a poner en agenda, en medio de tensiones con el FMI para obtener fondos frescos que permitan cubrir la deuda hasta principios de 2026.
Javier Milei anunció hace pocas semanas que ya tenía “abrochados” los REPO para cubrir los pagos de capital en 2025 si Argentina no podía volver a los mercados para refinanciarse. Y la semana pasada, según trascendió, el ministro de Economía, Luis Caputo, aseguró en una reunión con sociedades de bolsa que los vencimientos de capital estaban `garantizados` hasta enero de 2026 mediante un crédito semejante, con bonos como garantía.
El Gobierno intentó llevar calma después de la reacción negativa a la “fase 2” de su plan económico, que incluyó un apretón monetario más duro y la intervención sobre los dólares financieros. La situación, sin embargo, empeoró desde entonces: aunque los bonos en dólares se mantuvieron en US$ 45 en promedio, las reservas cayeron y el riesgo país pasó de 1.500 a más de 1.600 puntos (bajó otra vez, ver más aparte), acumulando una suba del 30% desde su mínimo en abril. Esos niveles de incertidumbre y las dudas sobre una posible reestructuración representan una mayor exigencia para cerrar un REPO. Es que, a cambio de los dólares obtenidos, Argentina debe entregar un colateral o activo en garantía, cuyo valor está en discusión. “Cuanto más alto el riesgo país, los bonos valen menos y tenés que entregar más por la misma cantidad de préstamo”, señalaron en un banco de Wall Street.
En la city especulan que la operación incluya un canje de letras intransferibles del Banco Central por nuevos Bonares. Pero los bancos solo estarían dispuestos a aceptar títulos en dólares con legislación Nueva York, como los Globales, que vienen con una quita efectiva del 50% en promedio. Así, según estimaciones de mercado, para obtener US$ 3.000 millones el Gobierno tendría que reunir bonos por entre US$ 9.000 y US$ 12.000 millones.
En ese contexto, empezó a circular el rumor de que se evalúan otras alternativas como respaldo, como el BOPREAL, cuya paridad es superior (y la quita del 30%). También se habla en Nueva York de las acciones y bonos del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de AN- SeS, algo que en el Ministerio de Economía desmienten. Y, por último, está en la mira el oro, un activo que Caputo comenzó a girar al exterior para obtener rendimientos.
El Banco Central posee reservas en oro por US$ 4.800 millones. Si bien la entidad no hace comentarios al respecto, un exfuncionario con paso por el BCRA estimó que hubo traslados de lingotes al Bank of England para utilizarlo como garantía. “Al no haber dado detalles ni de Economía ni del Central es probable que el REPO no esté cerrado, mandar el oro a ese banco tiene solo sentido para hacer alguna operación”, explicó la fuente.
El Gobierno enfrentará vencimientos con el sector privado por US$ 4.700 millones en enero próximo. “El Gobierno está negociando con el FMI, pero se da cuenta de que es necesario dar seguridad sobre los pagos de enero, que la expectativa no dependa del Fondo, entonces el REPO quizás no se desembolse, pero es una cobertura en caso de necesidad”, señaló Pablo Guidotti, exviceministro de Economía de Carlos Menem.
Clarín