Litio 28.08.24
Grandes proyectos para el abastecimiento energético en el NOA
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El norte argentino cobró notoriedad económica a partir del desarrollo de diversos proyectos mineros. La infraestructura energética representa tanto un desafío productivo como una oportunidad para su desarrollo regional. Gas, electricidad y energía solar compiten por abastecer los proyectos.
La aceleración de la entrada en operaciones de los proyectos de producción de carbonato de litio en el Noroeste Argentino (NOA) que se espera para lo que resta de la década, conlleva una demanda de recursos humanos, infraestructura vial-ferroviaria y energética que será, para empresas y estados, prioritario atender para evitar un cuello de botella que ralentice esa fuente de desarrollo y exportaciones. En la actualidad, en la región hay cuatro grandes proyectos en producción, una veintena en etapa avanzada y casi 40 con inversiones anunciadas.
Pero en el conjunto de requerimientos, el capítulo energético tiene particularidades asociadas a la competitividad de un producto globalmente apreciado para la transición energética, ya sea para el equipamiento de las baterías de los vehículos eléctricos como para los sets de almacenamiento de los generadores renovables.
En esa búsqueda de competitividad, el acceso a la energía es un factor principal teniendo en cuenta que se prevé un crecimiento significativo de la demanda en el NOA, de alrededor de 400.000 megavatios-hora por año actuales a alrededor de cuatro veces esa cifra en 2030, aún si solo se consideran los proyectos de minería que se encuentran actualmente en producción y en construcción.
La cuestión es uno de los temas centrales de la Mesa del Litio que integran las provincias dueñas del recurso y las empresas privadas, las que el año pasado venían reclamando las condiciones normativas y económicas para la instalación de 2.500 megavatios de fuentes de energías renovables para abastecer a la región.
El crecimiento será impulsado no sólo por la minería de litio, sino también por la metalífera como el avanzado proyecto de cobre Taca Taca, en la provincia de Salta, cuyos procesos requieren, incluso, un uso más intensivo de la energía que el asociado con la extracción de litio. En este último segmento, los métodos de extracción directa exigirán un mayor uso de energía, en comparación con proyectos que aplican métodos de absorción.
Además, si se instalan plantas productoras de carbonato sódico mediante el método de Solvay modificado, esto implicará el uso de grandes cantidades de energía. Pero el dato relevante es que la mayoría de los proyectos de litio se encuentran alejados de la infraestructura eléctrica y de gas, por lo que cada emprendimiento tiene que buscar una solución de abastecimiento.
El estado de situación A nivel nacional, el Sistema Argentino de Interconexión Eléctrica (SADI), un esquema de red interconectado de 500 kW, atraviesa de norte a sur el país y se alimenta de generadores tradicionales y fuentes renovables. El SADI consta de un sistema de transmisión de alta tensión y un sistema troncal; este último transporta la electricidad dentro de las regiones a través de plantas de generación y distribución.
El sistema suministra energía a algunos de los proyectos mineros; sin embargo, debido a la ubicación geográfica de los depósitos geológicos, la mayoría utiliza generadores en el lugar y ninguno de los dos proyectos que actualmente producen litio está conectado a la red interconectada.
Las subestaciones eléctricas cercanas deben ser ampliadas de modo de poder agregar nuevos transformadores para soportar el aumento en la demanda, obras que, por lo general, pagan las empresas mineras. El Plan Federal de Transporte Eléctrico obtuvo la aprobación de financiamiento a finales de la gestión de gobierno anterior, y entre las obras se incluyó la ampliación del Sistema de Transporte de Energía Eléctrica por Distribución Troncal en cinco provincias, entre ellas, Catamarca.
El problema del acceso al gas es fundamental para el futuro de la producción de litio ya que, con los procesos actuales, no existe manera de producir con ningún otro tipo de energía más que el gas. El Sistema de Transporte de Gas Natural está interconectado desde los campos de producción hasta los grandes centros de consumo, tales como los desarrollos urbanos, los polos industriales y las usinas termoeléctricas. Los principales gasoductos de la región del NOA son Norandino, Atacama (cuenca del noroeste), Cornejo, Rosario y Norte.
Este último, aún transporta el gas natural importado desde Bolivia, atraviesa el norte de Argentina hasta la región pampeana, pero en breve será reemplazado con la reversión por el gas de Vaca Muerta.
El gasoducto de Atacama es la principal fuente del sector minero. Específicamente en el NOA, la mayoría de los proyectos en construcción o en producción están conectados a los gasoductos de la Puna y Fénix, que se desprenden del gasoducto de Atacama. Su administración está a cargo de Recursos Energéticos y Mineros de Salta (REMSA), una sociedad cuyo accionista mayoritario es el gobierno de Salta.
Algunas empresas de minería de litio producen toda o parte de la energía eléctrica que se consume en el proyecto y varias de ellas invierten para conectar los principales gasoductos. Objetivo Litio Verde El NOA tiene un enorme potencial de generación fotovoltaica, con valores que alcanzan los 2330 kilovatioshora/kilovatios-pico de acuerdo a estimaciones del Banco Mundial, lo que potencialmente genera una gran necesidad de almacenamiento en baterías en el futuro y el suministro de energía para el sector del litio y otros sectores de producción.
En particular, la energía solar abastecida al sistema fue la que más creció el año pasado, un 33,4 %. Las provincias de la región que contribuyen con el mayor volumen de energía fotovoltaica son Salta y Jujuy, y esta tecnología también alimenta las ciudades de la Puna, la mayoría de las cuales están aisladas del SADI En la actualidad, en el NOA se encuentran dos importantes parques fotovoltaicos. Por un lado, Parque Solar Caucharí, a 4.020 metros por encima del nivel del mar, que funciona desde el 2020, es el más grande de América del Sur, y consta de tres parques fotovoltaicos (I, II y III), cada uno con 105 megavatios. El complejo incluye un total de 1,2 millones de paneles solares instalados a lo largo de 800 hectáreas y tiene una capacidad de producción anual estimada de 750.000 megavatios. La energía producida contribuye al sistema a través de una línea de 345 kilovoltios a 330 Transformadora Cobos en Salta, que se conecta con una línea de alta tensión de 500 kilovoltios. Cerca de este parque también se encuentra el segundo proyecto de energía fotovoltaica más grande del país, el Parque Solar Fotovoltaico Altiplano, propiedad de la firma francesa Neo en, en la ciudad de Olacapato, Salta, con una capacidad total de 200 megavatios que cubren 350 hectáreas.
De hecho, algunas empresas de litio ya utilizan fuentes de energía limpia y otras están considerando su uso en el futuro, principalmente la fotovoltaica. En el caso de los proyectos operados en Jujuy, el Parque Solar Caucharí suministra la energía, y la empresa cuenta con un sistema de recuperación de calor que hace más eficiente el uso del gas.
En Sal de Vida se está iniciando un proyecto de generación híbrida (turbina de gas + solar) y del mismo modo existen varios proyectos de litio como Tres Quebradas o el recientemente inaugurado Centenario Ratones, que ya cuentan con generación fotovoltaica, y Caucharí-Olaroz/Exar (Jujuy) con planes para instalar un parque de paneles solares fotovoltaicos.
En el marco del proyecto Mariana, en Salar de Llullaillaco, se prevé abastecer la demanda de energía a través de paneles fotovoltaicos complementados por generadores diésel o duales. La energía solar tiene un gran potencial en la región para abastecer a los grandes proyectos mineros. La realización de un nuevo gasoducto en la región lleva años en estudio, y podría avanzar si se dan las condiciones.
El Proyecto Vicuñas
Hace exactamente un año, TGN aprobó la constitución de una nueva empresa para desarrollar un proyecto de abastecimiento de gas natural por ductos dedicado principalmente a emprendimientos mineros en la zona de la Puna argentina. Se trata del Gasoducto Vicuñas, el cual está diseñado para proveer del gas natural de Vaca Muerta a los numerosos proyectos de litio en desarrollo en las provincias de Catamarca, Salta y Jujuy.
La iniciativa que financiarán las empresas privadas interesadas en el nuevo ducto está vinculada a la concreción de la reversión del Gasoducto del Norte, una obra que estará lista después del presente invierno y en la cual TGN tiene la titularidad de la licencia para la operación.
A la par de esta obra, gobierno y empresas avanzaron en el análisis del proyecto de un gasoducto de unos 300 kilómetros que se extenderá a través de las tres provincias productoras de litio.
El análisis del desarrollo del sector minero en los próximos años llevó a diseñar un gasoducto con capacidad de unos 5 MMm3/d iniciales, para el cual más de 15 compañías han firmado sus manifestaciones de interés en base a la producción futura que ellos estiman.
De esta manera, el nuevo gasoducto estaría comenzando casi a la par de que se esté concretando la reversión del troncal norte en 2024, por lo que se estima que la nueva obra podría estar terminada para fines de 2025. La conexión del Gasoducto Vicuñas con el troncal que se realizará a través del Gasoducto NorAndino, el mismo por el cual se prevé retomar las exportaciones hacia Chile cuando esté asegurado el abastecimiento de la región.
Clarín