Economía 12.08.24
Argentina resistió la volatilidad mundial
Acostumbrada a la volatilidad, Argentina pareció haber sorteado con elegancia el tembladeral que se originó el lunes pasado en Japón y que puso en alerta a todo el mercado financiero global. Los activos argentinos, que sí cayeron en el comienzo de la semana junto con las bolsas internacionales, se recuperaron con fuerza: los bonos en dólares acumularon subas de hasta 2,4% en los últimos cinco días, las acciones argentinas que cotizan en Wall Street rebotaron y extendieron su rally y el riesgo país terminó un escalón más abajo, en los 1.558 puntos.
La recuperación de los precios estuvo acompañada de una renovada calma en el frente cambiario donde tanto el dólar MEP como el CCL finalizaron por debajo de los $1.300 el viernes. En la City creen que, más allá del sacudón inicial, este evento en los mercados globales podría abrir la puerta a un escenario más favorable para Argentina de cara a 2025. Aunque, todavía, persisten las dudas.
Al igual que en el equipo de Luis Caputo, en la City coincidieron que la persistencia del cepo cambiario y el virtual aislamiento del mercado financiero “ayudaron” a Argentina a sortear mejor la volatilidad global. “No hay inversores extranjeros en el mercado argentino”, dijo Nicolás Max, de Criteria, una casa de bolsa “boutique” que administra US$ 400 millones en el mercado de capitales.
Pese a que todavía no está claro el alcance final del crash de la bolsa de Tokio y el tembladeral global que sucedió, Max se mostró parcialmente optimista. “Es un evento que puede tener consecuencias buenas, la clave está puesta en que Estados Unidos no entre en recesión”, afirmó. “Esta situación nos va a dejar tasas de interés más bajas: la tasa del Tesoro que en algún momento tocó los 470 puntos bajó ya 100 puntos básicos y eso se puede sumar a tasas de corto plazo más bajas: Europa ya bajó la tasa, Reino Unido lo mismo, Estados Unidos puede hacerlo en septiembre. Entonces, quizás este evento deja un mundo con un poco menos de actividad económica, pero financieramente un poco más aliviado”, dijo.
Esa caída de las tasas puede ser positiva para la Argentina en la medida que mejoren los rendimientos de sus bonos y el país consiga achicar el riesgo país, clave para volver a los mercados globales. Max apuntó: “Si separamos a los países como a las ligas de los clubes de fútbol podemos decir que Argentina apunta a volver a la B, pero ahora está en la D. En la B juegan países como El Salvador, Kenia, Egipto: Argentina tiene algunas cosas mejores de estos países y algunas cosas peores”.
Entre las ventajas destacó el perfil fiscal del país y entre las contras, la fragilidad de las reservas: es clave tener dólares líquidos para poder hacer frente a los compromisos de deuda pendientes. “La preocupación del gobierno debería estar más enfocada en la acumulación de reservas que en controlar el tipo de cambio financiero”, sumó Max.
En su última presentación al mercado, el propio vicepresidente del Banco Central, Vladimir Werning reconoció que las reservas netas se mantenían, al 11 de julio pasado, negativas en US$ 3.000 millones.
En esa misma línea, los analistas del Grupo IEB apuntaron: “Podríamos decir que los inversores han podido proyectar más allá de los eventos de un día y ver valor en los precios del lunes yendo de menor a mayor a lo largo de la semana. Sin embargo, todos estos factores sumado a resultados fiscales positivos no parecen convencer al mercado de que los soberanos tengan que operar en una banda más alta ya que parece pesar más la acumulación de reservas que claramente sufre con el plan de Caputo para cortar la emisión”.
Clarín