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Economía 08.07.25

El Gobierno se enfrenta a un nuevo vencimiento de deuda

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El Gobierno deberá pagar u$s 4200 millones por el vencimiento de cupones a bonistas. El equipo económico informó que tiene reservado los dólares para efectivizar el desembolso.

El Tesoro deberá hacer frente al vencimiento pagando la deuda ya que no cuenta con el mercado global para renovar los compromisos. El mercado especula con una mayor baja del riesgo país y que le reabra el mercado global de deuda.

Cómo se perfilan los bonos en este contexto próximo a un vencimiento

El Tesoro ha emitido deuda en pesos para inversores no residentes, por lo que ha utilizado el canal de endeudamiento para hacerse de divisas por un total de u$s 1500 millones. Además, compró deuda en dólares para disminuir el total de vencimientos, a la vez que compró dólares en bloques por un total de u$s 200 millones en las últimas semanas.

Adicionalmente, el año pasado y a comienzo de este, el Tesoro utilizó los pesos del superávit para comprar dólares al BCRA, el cual también se capitalizó gracias al fondeo del Fondo Monetario Internacional FMI y organismos internacionales de crédito.

Nery Persichini, head de estrategia de GMA Capital, remarcó que esta semana el Tesoro enfrentará vencimientos en moneda dura por u$s 4200 millones, ya asegurados por depósitos en el BCRA por más de u$s 4500 millones. “El monto que el Gobierno abonará se explica principalmente por vencimientos de AL30 (u$s 1090 millones) y GD30 (u$s 1132 millones), los cuales devuelven u$s 8 de capital por cada 100 títulos a sus tenedores. Los vencimientos del tramo largo de la curva totalizan u$s 1466 millones, dado que únicamente el GD46 paga amortización por el momento, devolviendo u$s 2,3 por cada 100 láminas”, indicó.

Con este pago, Persichini explicó que luego del cupón del 9 de julio, más del 25% de la inversión en el Global 2029 y 2030 se recuperaría en un año, y la mitad se recuperaría antes de un cambio de mandato.

Reinversión y riesgos

La clave en este vencimiento pasará también por determinar cuál va a ser la actitud de los bonistas. Es decir, si van a reinvertir el cupón o si, en cambio, preferirán conservarlo. El último pago de cupones de la deuda soberana había sido a comienzos de enero. Desde ese momento, los títulos evidenciaron caídas de entre 10% y 17%, en medio de un contexto global adverso a causa de la guerra comercial.

El riesgo radica en si la deuda volverá a experimentar dicho ajuste, tal como ocurrió en enero pasado. En este caso, la clave pasará por el estado de la macroeconomía y la salud de los fundamentals.

Fernando Corvaro, CEO de Pampa Capital y Profesor en UTDT, considera atractiva la reinversión de los bonos bajo el actual vencimiento de deuda. “El Tesoro pagará u$s 4200 millones este 9 de julio y el mercado evalúa el destino de los fondos. La gran incógnita es si esta vez, a diferencia de lo ocurrido en enero de 2025, el mercado aprovechará los flujos para recomprar bonos soberanos. En esta ocasión, el contexto luce más favorable ya que los fundamentos económicos han mejorado notablemente”, indicó.

Entre los principales factores que señala Corvaro se destacan la salida del cepo cambiario, el fin de la brecha y el nuevo programa con el FMI, que facilitó la recomposición de reservas internacionales. Además, agregó la mejora del ancla fiscal, con un superávit primario que pasó del 1,3% al 1,6% del PBI y la emisión del Bonte 2030 y el acuerdo de repo que apuntalan el frente externo.

“En este nuevo escenario, es probable que una porción significativa de los fondos se reinvierta en deuda argentina. En particular, los bonos Globales 2035 se perfilan como los favoritos del mercado. A un año vista, si el riesgo país converge a 400 puntos básicos tras las elecciones, el retorno en dólares podría alcanzar el 21%. Incluso con una compresión a 500 puntos, el upside sería del 14%”, indicó.

Desde Research Mariva agregaron que los fundamentos internos se mantienen lo suficientemente sólidos como para permitir que los bonos soberanos converjan a mediano plazo a rendimientos similares a los de los créditos B. “Prevemos que se preserve el equilibrio fiscal. Asimismo, proyectamos que el gobierno acumulará reservas y retomará la senda de la desinflación en los próximos meses, lo que lo posicionará favorablemente para las elecciones legislativas de octubre”, indicaron.

Sin mercado abierto Los vencimientos de deuda se aceleran en los próximos años: superan los u$s 9500 millones con bonistas el año que viene y luego, subirán a más de u$s 11.000 millones en 2027. El pico de vencimientos con privados será entre 2030 y 2032, con más de u$s 14.000 millones por año.

De esta manera, el mercado y los analistas esperan que el Gobierno logre bajar el riesgo país para volver a los mercados de deuda global y así, renovar vencimientos dado que no cuenta con el stock de dólares suficientes para hacer frente a sus compromisos.

Con un riesgo país en niveles cercanos a los 700 puntos, el regreso a los mercados de deuda global todavía está lejos, aunque esto también abre la posibilidad de oportunidades de inversión para especular con una compresión de tasas en los distintos tramos de la curva.

Los analistas de Schroders resaltaron los fundamentals de la Argentina, aunque advierten sobre la dinámica de las reservas. “La economía muestra una sólida recuperación este año, respaldada por un firme compromiso con la disciplina fiscal, los esfuerzos continuos para frenar la inflación y el progreso gradual hacia la flexibilización de las restricciones a los flujos de capital transfronterizos. Sin embargo, el fuerte enfoque en la desinflación, en particular mediante el mantenimiento de la sobrevaluación de la moneda, ha retrasado la tan necesaria acumulación de reservas, que sigue siendo el punto débil del programa de ajuste en curso”, dijeron desde Schroders.

Ante este panorama, siguen positivos respecto de la renta fija argentina. “Mantenemos una visión particularmente positiva de la deuda del país denominada en dólares, que aún ofrece una rentabilidad a 10 años del 11%. Si bien la deuda de los gobiernos locales de Argentina también ofrece atractivas rentabilidades reales, actualmente preferimos la deuda denominada en dólares debido a la potencial volatilidad cambiaria”, detallaron desde el fondo global.

Adrián Yarde Buller, economista jefe y estratega de Facimex Valores, aún ve valor en los bonos soberanos de cara al pago de los vencimientos de deuda. “Seguimos viendo mayor atractivo en el crédito público que en los corporativos debido a que el camino de normalización económica todavía tiene recorrido y eso debiera generar ganancias de capital importantes. No me refiero solamente a la curva soberana, sino también a créditos provinciales de alta calidad que todavía tienen rendimientos elevados”, detalló.

Entre los soberanos, desde Facimex Valores destacan a los bonos largos como GD41 y GD35. “Estos son los que tienen mayor potencial para generar retornos en un escenario de normalización por su mayor duration y convexidad.”

Los bonos preferidos por los analistas

De cara al cobro de los cupones, los inversores pueden optar por reinvertirlo en el bono que poseen en su cartera, o bien, rotar el posicionamiento y hacerlo en otros bonos dentro de la curva soberana. La decisión de en qué bonos reinvertir pasa por determinar cuál es el título con mayor potencial alcista. Los del tramo medio de la curva son definitivamente los de mayor preferencia entre los analistas del mercado.

Juan Manuel Franco, economista jefe de Grupo SBS, considera clave la dinámica de las reservas y poder acumular divisas genuinas daría un impulso extra a la deuda en dólares soberana y a una compresión en el Riesgo País.

Bajo este contexto, y en la antesala del cobro de los cupones, Franco resaltó que mantiene al GD35 como el preferido dentro de la curva de Globales. Sin embargo, también advierte que, de ocurrir una mejora rápida en las reservas, o un resultado electoral bien visto por el mercado, el tramo corto Global 2029 y Global 2030 también sería ganador.

Los analistas de Cohen también prefieren los bonos del tramo medio-largo de la curva de deuda soberana. “Si bien la acumulación de reservas continúa siendo el pilar más débil del programa, creemos que un ancla fiscal sostenida y un triunfo del oficialismo en las elecciones legislativas de octubre podrían habilitar una compresión del riesgo país que permita reabrir el acceso a los mercados internacionales”, detallaron.

En este contexto, desde Cohen destacaron al GD35 TIR 11,2% y al GD41 TIR 11,1% por su capacidad de captar el mayor potencial al alza ante distintos escenarios de caída en el riesgo país en un horizonte de un año. Entre sus cálculos, el Global 20345 y el Global 2041 son los que más subirían si el riesgo país comprime hacia niveles inferiores.

En el caso en el que el riesgo país regrese a los mínimos de enero, el GD35 avanzaría 15,6% y el GD41 ganaría 18%, similar a la suba del GD46. A su vez, si el riesgo país apuntase a los 475, el GD35 subiría 21,8% y el GD46 lograría un avance del 25%. En ambos casos, serían los bonos que más avanzarían dentro de la curva, dado ese objetivo de riesgo país.

Finalmente, Persichini remarcó que la posición en títulos que vencen a partir de 2035 es ideal para perfiles más agresivos y optimistas.

“Con un riesgo país en 700 puntos, una compresión ayudaría a que Argentina se acercara a rendimientos de países con calificación crediticia B. Así, si apostamos por un escenario con tasas por debajo del 10% anual en dólares, los inversores podrían salir a cazar ganancias de capital esperadas superiores al 8% en títulos como el GD35 o el GD41”, afirmó.

El Cronista