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El dólar blue profundiza su caída con una baja de 40 pesos en el día, que lo llevó a cerrar a $ 1.265, el menor nivel desde junio.

En medio de un veranito cambiario exacerbado, también retrocedieron los dólares financieros y se consolidaron por debajo de los $ 1.300. El MEP en $ 1.258 es ahora el más barato del mercado, mientras que el contado con liqui está en $ 1.271.

Los dólares alternativos empezaron a bajar fuerte hace siete semanas, después de que el Gobierno anunciará que intervendría en el segmento del contado con liqui para hacer bajar la cotización y reducir la brecha cambiaria. Con esto transmitió dos mensajes al mercado que se fueron consolidando con el paso de los días. El primero es que su prioridad absoluta es bajar la inflación, para lo cual necesita evitar que la brecha cambiaria escale y presione sobre los precios.

El segundo es confirmar que están dispuestos a usar las divisas del Central para defender el tipo de cambio. Entre la segunda quincena de julio y agosto el Central destinó US$ 700 millones a intervenir en el mercado de los dólares financieros. Y se estima que aún dispone de entre US$ 1.200 y US$ 1.600 millones para seguir interviniendo. Con esto el mercado deja de apostar a la devaluación y prefieren los inversores el carry trade: con los dólares estables se pasan a pesos para aprovechar la tasa y hacer una diferencia.

La consultora 1816 marcó en su último informe que “con offer potencial de hasta US$ 1.600 millones adicionales en MEP/CCL, el Gobierno incentiva fuertemente al mercado a hacer carry trade al 3,9% en pesos a costa de resentir (al menos un poco) los fundamentals del trade de crédito soberano”.

Con estas operaciones el Gobierno da la pauta de que seguirá interviniendo pese a tener reservas netas negativas, que 1816 estima en US$ 5.250 millones.

“Un BCRA que vende divisas en el MEP con reservas netas negativas es una nueva señal de que (después del equilibrio fiscal) la gran prioridad de la política económica es reducir la Inflación lo más rápido posible y que, en todo caso, el acceso al crédito internacional para el soberano puede esperar si el riesgo país no se aleja de los 1.500 puntos básicos”, plantean.

Ayer se conoció el resultado del relevamiento de expectativas de mercado que señaló una inflación de 44% para los próximos doce meses y un dólar a fin de año de $ 1.205 (ver más aparte en página 16).

Esto se suma el efecto del blanqueo, que aumenta la llegada al país vía contado con liqui de divisas que estaban radicadas en el exterior, lo que a su vez comprime el precio de esa cotización. El cálculo de 1816 es que los depósitos privados en moneda extranjera están US$ 887 millones arriba desde el 12 de agosto.

Otro elemento que juega a favor de la estabilidad cambiaria es que el Banco Central sigue comparando divisas en el Mercado Unico y Libre de Cambios (MULC). En esta rueda se llevó US$ 92 millones y volvió a la senda positiva después de dos días de ventas. De este modo en la primera semana de septiembre acumula compras por US$ 144 millones.

Ya en agosto el Central había terminado con números favorables, con compras por US$ 380 millones. Ese resultado fue posible porque el mes pasado bajó la demanda de parte de los importadores, que postergaban sus operaciones a la espera de la baja de la alícuota del Impuesto País, que empezó a regir el lunes pasado.

“Tras la reducción en la alícuota del Impuesto PAIS para importaciones de bienes y fletes, en lo que va de la semana estimamos que la demanda privada de divisas aún no se ha incrementado. De hecho, los volúmenes operados siguen siendo bajos”, señaló Juan Manuel Franco, Economista Jefe de Grupo SBS.

“Habrá que monitorear los flujos dado que ahora el dólar importador es más favorable que antes, en un contexto en que el acceso al MULC también es más acelerado desde agosto. En tanto, el mercado también tendrá un ojo sobre la dinámica de la política, con la posibilidad latente de que la oposición insista con la fórmula jubilatoria votada hace días, tras el veto del gobierno”, resumió Franco.

Clarín